Tradicionalmente ha existido la creencia de que la toxoplasmosis era transmitida a las embarazadas únicamente a través de los gatos. Es más, muchas veces no se conocía la enfermedad en sí, si no que simplemente se creía que embarazadas y gatos no eran compatibles. Ahora vinculan un aumento del riesgo de sufrir esquizofrenia con la convivencia con gato.

Afortunadamente, cada vez sabemos más sobre este tema y es mucho más fácil informarse gracias a Internet. Hace unos años os compartía este artículo de El País: ‘‘Ataques de ira en humanos, relacionados con un parásito de gatos».

Ahora muchos medios aseguran que los niños que conviven con gatos tienen mas riesgo de sufrir esquizofrenia cuando sean adultos. Me parece un titular que da lugar a confusión, la cual tampoco se soluciona a lo largo del artículo. ¿Esto es periodismo? Veamos cuanto hay de verdad en esto.

Toxoplasmosis, gatos y esquizofrenia

La Toxoplasmosis es una enfermedad causada por un protozoo llamado Toxoplasma Gondii. Una persona con un sistema inmunitario normal, tendrá unos síntomas similares los de un catarro; pero en el caso de embarazadas o personas con el sistema inmunitario débil, puede causar problemas más serios.

Algunos estudios están analizando la posibilidad de que algunas personas que hayan pasado esta enfermedad y tengan cierta variante genética tengan más probabilidad de sufrir esquizofrenia.

Sin embargo, en los últimos titulares que podemos encontrar, no hablan de la toxoplasmosis si no de la convivencia con gatos cuando el contagio puede producirse de muchas otras formas frecuentes en nuestro día a día.

¿Cómo podemos contagiarnos?

Se ha culpado desde hace muchos años a los gatos de ser el principal medio de contagio de la enfermedad, llegando incluso a recomendar a las embarazadas deshacerse de sus animales, pero hay muchas otras formas de contraer la toxoplasmosis:

  • Comiendo carne cruda o semicruda
  • Comiendo verduras crudas lavadas de forma incorrecta
  • Trabajando en el jardín
  • Bebiendo leche cruda de cabra
  • Bebiendo agua contaminada
  • A través de las heces de nuestro gato

Y centrándonos en nuestros gatos ¿Qué serie de circunstancias tienen que darse para que nos contagie?

En primer lugar, el gato puede contraer la enfermedad alimentándose de carne cruda, heces de animales portadores o bebiendo agua contaminada, por lo que si nuestro gato no abandona la casa y se alimenta de alimento cocinado y agua potable no hay riesgo de contagio.

Si tu gato tiene acceso al exterior (con la posibilidad de que cace algún animal) o se alimenta con dieta BARF, bastará con extremar las medidas de higiene como vamos a ver a continuación.

El gato infectado incubará el parásito durante 20 días y comenzará a expulsarlo en las heces durante una semana, pero los ooquistes que expulsa solo serán contagiosos una vez pasadas 24 horas de su expulsión. Es decir, que si la arena del gato se limpia un par de veces al día, se reducen muchísimo las posibilidades de contagio.

Además, para llegar a contagiarse, la persona que las recoge debe entrar en contacto con los ooquistes y posteriormente llevarse las manos a la boca (es decir, coger un trozo de caca y llevárselo a la boca…). No se tu, pero a mi no me da por hacerlo.

Resumen

Como habréis podido comprobar, es muy complicado que nos infectemos a través de nuestro gato y es muy fácil evitar el riesgo. De hecho, hay mucho más riesgo de contagio a través de carne o verdura crudas. ¡O jugando en la arena!

Por ello, aunque en casa haya una embarazada o una persona con un sistema inmune débil ¡No tenemos que deshacernos de nuestro gato!

Simplemente tendremos que tomar ciertas precauciones:

  • Evitar que nuestro gato salga a la calle si es posible, si no, cuidar más las siguientes medidas
  • Limpiar el arenero al menos dos veces al día
  • Limpiar el arenero con guantes e incluso, si queremos extremar las precauciones, con mascarilla.
  • Si vivimos con más gente en casa, que sea otro el que limpie el arenero.

¡No nos dejemos confundir por titulares engañosos! Vincular a nuestros gatos con la esquizofrenia sin dar mucha más información, puede llevar a algunas personas a abandonar a sus gatos o a no adoptar. Si tienes dudas, busca información y pregunta a tu veterinario.

por Celia

Un comentario en «Toxoplasmosis, gatos y esquizofrenia»

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *