Hoy Lucca ha probado los huesitos rellenos Lukullus de pato que nos mandó Zooplus ¡Y le han encantado!
Es un producto natural y bajo en grasas formado por trocitos de carne o pescado entre láminas de cuero prensado de vacuno. La carne ha sido secada al aire y no incluyen ni conservantes ni colorantes.
Este snack es ideal para mantener la salud dental de tu perro ya que el masticar el cuero y las láminas duras de carne ayudan a mantener sus dientes limpios reduciendo la acumulación de sarro y eliminando los restos de comida entre los dientes. Además, es una buena forma de que tu perro fortalezca sus mandíbulas y reduzca posibles problemas de ansiedad o estrés que en otros casos solucionan mordiendo zapatos, muebles, etc.
Precauciones
Los huesos de cuero pueden llegar a crear obsesión en nuestros perros, muchas veces comienzan con un hueso grande y no paran hasta que lo terminan pudiendo provocarle problemas digestivos. Además, si nuestro perro ingiere trozos muy grandes puede llegar a atragantarse o causarle una obstrucción intestinal.
Por ello conviene que tomemos ciertas precauciones cuando demos a nuestro perro uno de estos huesos. En primer lugar no debemos dejarlo solo en casa cuando lo esta comiendo y, si tiene alguno a su alcance, guardarlo hasta que volvamos. Además, debemos dejarlo tranquilo mientras disfruta de su delicioso bocado ya que, si otros perros o nosotros andamos rondando, es posible que se ponga nervioso e intente comérselo lo más rápido posible.
Los huesitos Lukullus
Cuando nos vamos de casa, si Lucca tiene un hueso de cuero, se lo guardamos para evirtar sustos. A Lucca le hemos enseñado, mediante intercambios del hueso por un premio (nunca quitar a la fuerza o empeoraremos la situación), a soltar los huesos sin problemas ni gruñidos. Aún así, en cuanto guardamos el hueso en el cajón se pone muy pesada pidiéndolo.
Los huesitos Lukullus tienen la ventaja de mantener a nuestro perro entretenido durante un rato (unos 15 minutos en el caso de Lucca) pero duran mucho menos que uno de los huesos habituales. Por ello, podemos dárselo para que se entretenga un rato pero, una vez acabado, se queda tranquila sin tener que quitarle el suculento hueso y dejándola con ganas de más.
Yo empecé a darle esos huesos para evitar la ansiedad por separación. Se lo daba justo cuando yo salía por la puerta, y dejó de quedarse llorando donde un buen rato. Pero cogió la costumbre y ahora llora si no se lo doy. Pero así todo les debo mucho a esos huesos!!
¡Es que aprenden enseguida! El truco , igual que con los kong, es dárselos también alguna vez que vayamos a estar en casa, para que no lo asocien solo con la salida. De todas formas yo a Lucca le suelo dar también uno peque cuando me voy por la tarde y también se sienta a esperarlo 😂