¿Cómo hemos introducido la dieta BARF en la alimentación de Lucca?

La dieta BARF (Biologically Appropriate Raw Food) o ACBA (alimentos crudos biológicamente apropiados) en español consiste en alimentar a nuestro perro o gato con alimentos crudos. Esta dieta se ha creado basándose en la alimentación que ellos seguían en libertad pero ¡Ojo! No vale con dar a nuestro perro las sobras que tengamos por casa o alimentarlo a base de carne.

Para crear una dieta equilibrada, debemos analizar las necesidades de nuestro peludo y combinar de forma correcta Huesos Carnosos, Carne y pescado, vísceras, fruta y verdura. Si quieres iniciarte en este tipo de dieta, te recomiendo el libro Dieta Barf para perros o para gatos de Verónica Vicent que puedes pedir a Nuestro Fiel Amigo.

¿Cómo hemos hecho la adaptación de Lucca?

Cuando vamos a hacer la transición de pienso a Barf, debemos tener en cuenta que es un proceso que no se va a llevar a cabo de forma inmediata ya que el organismo de nuestro peludo esta acostumbrado un tipo de alimentación que supone un proceso digestivo totalmente diferente.

Existen varias formas de hacer el cambio y nosotros hemos escogido el cambio directo pero introduciendo cada ingrediente poco a poco para ir comprobando la tolerancia de Lucca a los mismos. Comenzamos con dieta blanda de pollo y zanahoría y unos días después introdujimos manzana. Como notamos que estaba un pelin estreñida, añadimos una cucharada de aceite de oliva.

Después de 8 días con esa dieta comenzamos con un menú completo de squeaky añadiendo así los Huesos Carnososo y las vísceras y, viendo que sus digestiones seguían siendo correctas, cuatro días después añadimos un huevo crudo a la cena. El huevo es un suplemento que aportará ácidos grasos, vitaminas y minerales y cuya cantidad dependerá del tamaño del perro, en el caso de Lucca lo ideal es complementar el menú con dos huevos a la semana.

Tras unos días con este menú, cambiamos a un menú que llevaba pescado pero ahí tuvimos que dar marcha atrás porque no le sentó bien y al día siguiente estuvo con diarreas. Por ello, os recomiendo que cuando queráis introducir alguna variación en la dieta lo hagáis de forma progresiva (fallo nuestro por hacerlo de golpe).

Para volver a la normalidad, le dimos durante un día Sopa de Moro (cuya receta podéis encontrar en este enlace) y probióticos para ayudar a su flora intestinal a recuperarse. Al cabo de 24 horas comenzamos de nuevo con la dieta blanda de pollo, zanahoria y manzana y tras 48 horas comenzamos a introducir poco a poco el menú de squeaky con el que habíamos empezado.

Esta semana, viendo que todo marchaba bien, hemos comenzado a añadir a diario aceite de Krill que es una fuente muy buena de Omega 3.

Supervisión veterinaria

Nosotros estamos contando en el proceso de adaptación con la ayuda de Adrián de Nuestro Fiel Amigo, estudiante de veterinaria especializado en nutrición, y con la supervisión de Lucca por nuestros veterinarios. Antes de comenzar la dieta le hemos realizado una revisión completa y, cuando llevemos unos meses con BARF completa, repetiremos para analizar que tal ha evolucionado y si debemos hacer alguna modificación.

Esta dieta no es difícil de gestionar, pero si que requiere que antes de empezar con ella estemos bien informados y que contemos con el apoyo de nuestro veterinario y de un experto en nutrición para poder adaptarla a las necesidades de nuestro perro sobre todo si este sufre alguna patología. Si tienes cualquier duda, te recomiendo que eches un vistazo al blog de Nuestro fiel amigo y sigas su cuenta de Instagram.

¿Tu perro o gato ya es Barfero? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!